Por Salomón Ponce Aguilera —Julián, dicen las cabañuelas que tendremos invierno en diciembre, ¿qué dices tú?... El tiempo sigue malo... ¿Quién sabe cómo nos va a ir con la sementera de trigo?... ¿Y qué dices de la papa? La "gota", por lo visto, no se hará esperar. Ya los "hielos" se han presentado en el Sur... Todo dice que vamos a tener mal año... ¿Qué dices tú de los pronósticos? —Pues en realidad no sé qué decir, mi amo. Malos son los tiempos desde que se estrenó el verano antes de lo que se esperaba... Pero, confiando en Dios y en la Virgen, esto ha de tener algún remedio. ¿No lo cree así su mercé? —¡Quien sabe, hombre! Estamos tan de malas, que de seguro se va a perder la siembra como el año pasado. Apenas coseché el dos por ciento, cuando todo el mundo pensaba que daría por lo menos cinco. Si ya no siente uno ánimo de trabajo... Estoy cansado de esta brega sin término... Cuántos afanes para luego… —Paciencia, mi amo, que Dios es misericordioso, y n...
Cuando estuve en segundo año de colegiatura, recuerdo haber utilizado este libre.
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